Las Fiestas del Fuego del Solsticio de Verano en los Pirineos han sido reconocidas por la UNESCO en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el máximo reconocimiento a un bien cultural. La candidatura reconoce una fiesta de raíces precristianas que se sigue celebrando en 63 pueblos pirenaicos -34 en Francia, 3 en Andorra y 26 en España- y se convierte en el primer bien aragonés que logra este título, ya que se mantiene en las localidades ribagorzanas de Aneto, Bonansa, Castanesa, Laspaúles, Montanuy, Sahún, Suils y Villarrué y en San Juan de Plan, en la Comarca de Sobrarbe. Aunque en cada localidad la fiesta presenta sus peculiaridades, todas estas fiestas se celebran sobre el solsticio de verano (21 al 22 de junio), la noche más corta del año, y tienen como eje las hogueras y los recorridos nocturnos con antorchas. Así, en San Juan de Plan, los vecinos ascienden por la tarde al paraje conocido como Planeta de la Falla, donde encienden una hoguera en torno a la cual se merienda. Cuando oscurece, los participantes prenden en las brasas una tea y descienden en fila, formando una larga serpiente luminosa hacia el pueblo; junto al río Cinqueta, se unen todos y compiten en una carrera hasta el cementerio, siempre llevando el fuego encendido. La candidatura fue presentada por Andorra, con el respaldo de Francia y España, y así se acordó no utilizar el nombre de fallas o falletas, por el que se conoce la fiesta, para no confundir con las Fallas de Valencia, que también buscan el mismo reconocimiento. La fiesta ha obtenido el título, junto con otras once candidaturas de todo el mundo en la reunión anual del Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio celebrada en Windhoek (Namibia). Los pueblos esperan ahora que su inclusión tenga repercusión turística y económica, como ha ocurrido en otros lugares incluidos en esta misma lista. Tras lograrlo, representantes de todos los municipios asistirán en Andorra la Vella al XII Encuentro de Fallaires del Pirineo.